Historia de Hernán Pérez del Pulgar
En 1451, nace en Ciudad Real, un soldado de las guerras de Granada que fue conocido con el calificativo de “alcaide de las hazañas”. Poco o nada se sabe de su infancia y adolescencia. Muy joven emprende la carrera de las armas, combatiendo en la guerra de Portugal, como simple escudero. En 1482, estando sitiado en Alhama, ciudad que era preciso conservar por su estratégica situación dentro del reino de Granada, logra atravesar el ejército enemigo y llegar a Antequera en demanda de auxilio. Salva la plaza y los reyes.
En Cédula expedida en Alcalá en 1486, le confirmaron como capitán general de Alhama. Su primera gran hazaña fue la conquista del castillo del Salar, junto al camino del Loja y Granada, con tan sólo 80 hombres. Poco después, el rey Fernando le nombró alcalde del Salar. Este hecho dio origen a la creación en 1679, del marquesado del Salar a petición de la ciudad de Granada. Otra vez le manda llamar el rey Fernando para tomar parte en el asedio de Vélez-Málaga y en la batalla de Ventomiz.
Durante el cerco a Málaga, entró en la ciudad como emisario para tratar con los moros y conminar al vecindario a que se rindiera. En el sitio de Baza dio muerte a Aben-Zaid, caudillo del ejército musulmán. Y es a partir de este hecho cuando el propio rey Fernando le nombra caballero desde entonces y por orden del monarca, en el escudo de armas de los Pulgares, figura un león de oro en campo azul, levantado una lanza en sus garras, en cuya punta ondea una blanca toca. Por orla lleva 11 castillos en nombre de los 11 alcaides que venció y por lema la máxima elegida por el propio Hernán Pérez del Pulgar: “Tal debe el hombre ser como quiere parecer”.
Uno de los sucesos que le hizo más famoso fue el que tuvo lugar en el asedio de Salobreña, en 1490. Boabdil tenía asediada la ciudad y los pozos estaban agotados. Cuando todo el ejercito musulmán esperaba la rendición, Hernán Pérez del Pulgar arrojó por la muralla el último cántaro de agua que quedaba. Boabdil atacó la ciudad, pero los cristianos ganaron la batalla. Quizá su batalla más memorable sea la de su entrada en Granada en 1490, acompañado por 15 caballeros y su escudero Pedro . Entraron por el portillo cercano a la torre de Bib-Altaubin, y deslizándose por las estrechas callejuelas, llegaron a la Mezquita Mayor con intención de incendiarla pero al ser im posible se limitó a clavar en la puerta un pergamino rodeado de cintas verdes y rojas con el “Ave María” escrito en él.
Después de la conquista de Granada parece ser que vivió en Sevilla, junto a su segunda esposa doña Elvira Pérez del Arco y donde por mandato del emperador escribió una obra que le ha dado fama como historiador, titulada: “Breve parte de las hazañas del excelente nombrado Gran Capitán”. Parece ser que murió en el año 1531 en Granada.